A resultas del gran desconocimiento tanto por la sociedad como por la normativa vigente sobre el Radón, desde Ambilur, desde nuestra experiencia en el control de Calidad Ambiental Interior (CAI), queremos realizar un completo acercamiento sobre este elemento y sus efectos sobre la salud. Para ello, hacemos un interesante resumen sobre una serie de apuntes que ya en 2016 la Organización Mundial de la Salud emitió.
Datos y cifras
- El radón es un gas radiactivo de origen natural, que tiende a concentrarse en interiores, como en viviendas, escuelas y lugares de trabajo.
- El radón es la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco.
- Se estima que la proporción de los casos de cáncer de pulmón a nivel nacional atribuibles al radón con respecto al total varía de un 3% a un 14%, en función de la concentración media nacional de radón y de la prevalencia de consumo de tabaco.
- No se conoce un umbral por debajo del cual la exposición al radón no suponga ningún riesgo. Cuanto menor sea la concentración de radón en una vivienda, menor será el riesgo de cáncer de pulmón.
- Existen métodos probados, duraderos y costoeficaces para prevenir la filtración de radón en viviendas de nueva construcción y reducir su concentración en las viviendas existentes.
¿Qué es el radón?
El radón es un gas de origen natural. No tiene olor, color ni sabor. El radón se produce a partir de la desintegración radiactiva natural del uranio, que está presente de forma natural en suelos y rocas. El radón también puede estar presente en el agua.
El radón emana fácilmente del suelo y pasa al aire, donde se desintegra y emite partículas radiactivas. Al respirar e inhalar esas partículas, estas se depositan en las células que recubren las vías respiratorias, donde pueden dañar el ADN y provocar cáncer de pulmón.
Al aire libre, el radón se diluye rápidamente, tiene concentraciones muy bajas y no suele representar ningún problema. La concentración media1 de radón al aire libre varía de 5 Bq/m3 a 15 Bq/m3. En cambio, en espacios cerrados, las concentraciones de radón son más elevadas, en especial en lugares como minas, cuevas y plantas de tratamiento de aguas, donde se registran los niveles más altos. En edificios (como viviendas, escuelas y oficinas), las concentraciones de radón varían de <10 Bq/m3hasta más de 10 000 Bq/m3.
Efectos del radón para la salud
El radón es la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco. Se estima que la proporción de los casos de cáncer de pulmón a nivel nacional atribuibles al radón con respecto al total varía de un 3% a un 14%, en función de la concentración media nacional de radón y de la prevalencia de consumo de tabaco del país.
La primera vez que se detectó un aumento en la tasa de cáncer de pulmón fue entre trabajadores de minas de uranio expuestos a altas concentraciones de gas radón. Además, hay estudios realizados en Europa, América del Norte y China que confirman que incluso en concentraciones bajas, como las que se encuentran en las viviendas, el radón también entraña riesgos para la salud y contribuye considerablemente a la aparición de cáncer de pulmón en todo el mundo.
El riesgo de cáncer de pulmón aumenta en un 16% con cada incremento de 100 Bq/m3en la concentración media de radón a largo plazo. La relación dosis-respuesta es lineal: por ejemplo, el riesgo de cáncer de pulmón aumenta de manera proporcional al aumento de la exposición al radón.
La probabilidad de que el radón provoque cáncer de pulmón es mayor en personas que fuman. De hecho, se estima que el riesgo asociado al radón que corre un fumador es 25 veces superior que en el caso de los no fumadores. Hasta la fecha, no se ha determinado que haya riesgo de otro tipo de cáncer.
Y esto… ¿cómo afecta a los trabajadores en sus organizaciones?
La importancia de llevar un control de la Calidad de Aire Interior (CAI) en las instalaciones, viene reafirmada por un estudio realizado por el ISTAS de CCOO, la Universidad de Santiago de Compostela y el Laboratorio Radón de Galicia, que muestra que las concentraciones del gas radioactivo radón están por encima de los límites establecidos por la Directiva europea 2013/59/ Euratom en un elevado porcentaje de lugares de trabajo españoles.
El radón está declarado por la OMS como la segunda causa más importante de cáncer de pulmón después del tabaco. A pesar de esto, sigue siendo un gran desconocido y su presencia en un porcentaje significativo de hogares y puestos de trabajo españoles alcanza concentraciones por encima de lo establecido en la normativa europea: 300 becquerelios por metro cúbico de aire. El pasado mes de febrero finalizó el plazo establecido por la UE para aplicar la Directiva 2013/59/ Euratom, sin que, por el momento, se haya traspuesto dicha Directiva al ordenamiento jurídico nacional.
El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de CCOO, la Universidad de Santiago de Compostela y el Laboratorio Radón de Galicia han realizado una investigación pionera en España, en la que se incluyen mediciones de radón en 248 lugares de trabajo, situados en varias Comunidades Autónomas y pertenecientes a varios sectores laborales. A pesar de que los resultados del estudio no se pueden extrapolar a la totalidad de la población si que ponen de manifiesto varias cuestiones.
El desconocimiento
La primera de ellas es el amplio desconocimiento, no solo de la normativa vigente sino también de lo que es el radón y los posibles riesgos derivados de su exposición. En la realización del estudio se comprobó el rechazo a autorizar la colocación de detectores de radón para participar en las mediciones por parte de un buen número de centros de trabajo contactados, con más frecuencia en la empresa privada que en la administración pública.
Esto resalta la importante necesidad de aumentar el conocimiento sobre el gas radón entre los empleados, trabajadores, delegados sindicales, técnicos de prevención, médicos del trabajo y otros actores relacionados con el tema.
Resultados de las mediciones
Tras realizar en 2016 y 2017 mediciones de la concentración de radón en 248 lugares de trabajo situados en Galicia, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Baleares, Cataluña y Castilla-La Mancha, los autores detectaron que en el 27% de los casos se superaba el limite legal europeo de 300 Bq/m3.
Las zonas de medición fueron seleccionadas atendiendo a su localización en zonas de alta y media presencia de radón según el mapa predictivo del Consejo de Seguridad Nuclear.
Los resultados muestran importantes diferencias entre las distintas regiones españolas. Galicia es, con diferencia, la comunidad autónoma con mayores concentraciones de radón en sus puestos de trabajo, con una media de 251 Bq/m3. De los 126 puestos de trabajo analizados en esta región, el 46% presentó concentraciones de radón superiores a los 300 Bq/m3. Le sigue Madrid, con una media de 61,5 Bq/m3 y con un porcentaje del 10,6% de puestos de trabajo con niveles superiores a los límites legales (11 de los 103 puestos analizados). La Comunidad Autónoma con menor concentración fue Castilla La Mancha, con 16 Bq/m3).
A nivel global, el estudio determina que el 19% de los 640 trabajadores que participaron estaba expuesto a concentraciones de radón superiores a los 300 Bq/m3 y que el 6,3% lo estaba a niveles superiores a los 500 Bq/m3.
Resultados por sectores
Las mediciones incluyeron centrode trabajo de los siguientes sectores: turístico, educativo, administración pública, sanitario y sector privado.
El sector de la administración pública es donde se realizaron una mayor cantidad de determinaciones de radón, seguido del sector educativo.
La concentración mediana más elevada se registró en la administración pública, seguida del sector privado y del sector educativo respectivamente. El sector turístico es el que presenta menor concentración mediana de radón. El sector que presenta un mayor porcentaje de puestos de trabajo con concentraciones superiores a 300 Bq/m3 es la administración pública, con un 37,4%. El resto de sectores, excepto el turístico, presentan en torno a un 22‐23% de lugares de trabajo con concentraciones superiores a los 300 Bq/m3 .
Resultados según material de construcción del edificio
En el estudio se observan también diferencias notables en la concentración de radón en función de los materiales de construcción de los edificios. La concentración mediana cuando el material interior es de ladrillo es de 92 Bq/m3 (n=139), frente a 379 Bq/m3 cuando el material interior es de piedra (n=89) y frente a 60 Bq/m3 cuando el material interior es otro (n= 14).
En cambio, si el material exterior es de ladrillo, la concentración de radón mediana pasa a ser de 165 Bq/m3 (n = 167) y si es de piedra el material exterior esa concentración es de 62 Bq/m3 (n = 39). Si el material exterior es otro la concentración es de 73 Bq/m3 (n = 24).
Al analizar los lugares de trabajo construidos sólo en ladrillo (n = 101) frente a los construidos sólo en piedra (n = 4) se observa que la concentración mediana es de 101 Bq/m3 y 340 Bq/m3 respectivamente.
Respecto a las características de los lugares de colocación de los detectores no se encontraron grandes diferencias que puedan afectar a la concentración de radón. En los despachos individuales las concentraciones de radón pueden ser algo más elevadas al compararlas con los espacios diáfanos. En cambio, no hay diferencias relevantes entre la presencia o ausencia de ascensor en la planta o si hay o no aire acondicionado y si este ha funcionado o no durante el período de la medición.
Un resultado llamativo es el hecho de no haber encontrado las concentraciones más elevadas de radón en los pisos inferiores (plantas bajas o sótanos) y que la concentración tampoco sea menor cuando hay menos plantas por debajo (más cercanía al subsuelo). Los autores no pueden dar una explicación a este fenómeno, pero podría suceder por las propias características constructivas de cada edificio en particular.
Necesidad de actuar para prevenir la exposición laboral al radón
El estudio concluye que es necesario informar a trabajadores y empresarios sobre el riesgo para la salud que supone el radón, para lograr una mayor implicación de éstos.
Asimismo, se requiere trasponer con urgencia la Directiva europea 2013/59/Euratom y la elaboración de un Plan Nacional del Radón, que implique incluir campañas de medición de radón en puestos de trabajo y medidas de remediación cuando se superen esos niveles, para reducirlos de manera inmediata.
Y tras esa trasposición, deberán ser actualizados los niveles ambientales máximos indicados para el medio laboral en la Instrucción IS‐33, normativa vigente actualmente, ya que para la exposición ocupacional la Directiva establece el nivel de referencia en 300 Bq/m3, mientras que el actual nivel de referencia es de 600 Bq/m3 .
Por último, los autores del estudio sugieren que debería revisarse el punto 4 del Anexo de la Instrucción IS-33, que se refiere a las Actividades laborales cuyos titulares deben realizar los estudios requeridos por el RPSRI (Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes)
Fuente: Claudia Narocki, Alberto Ruano‐Raviña, María José López‐Jacob, Juan Miguel Barros‐Dios Exposición laboral a Radón Interior en España.